Te levantas preocupada ya y haciéndote mil preguntas: ¿Saldrá todo bien?
¿Estarán todos los profes? ¿Funcionarán los micros?
¿Hará niebla o mucho frío?
¿Conseguiremos que disfruten muchos alumnos?¿ ¿Participarán animadamente? ¿Cuántas madres irán?
Y llegan las primeras actividades y todo va muy bien: las profesoras de biología elaborando sus jabones, que no acababan de cuajar (y eso que habían ido al centro ayer para tenerlo todo preparado). Gracias al Departamento de Biología.
Y en el aula de música Estefanía ha montado su Karaoke, y tiene el aula llena y ahí está el alumnado de 2º de ESO cantando micrófono en mano. Enhorabuena a todos esos futuros artistas y a su profesora.
Y en los campos de deporte hace un sol radiante y todos los chicos de 1º y 3º de ESO están jugando a muchos juegos tradicionales que nos ha prestado CÍVITAS (muchas, muchísimas gracias) y Antonio está supervisando a todos los grupos de alumnos para que nadie se quede sin probar algún juego. Ha sido uno de mis ratos favoritos de la mañana: Por primera vez he corrido con un aro, he vuelto a jugar a la rayuela y…
¡¡¡he ganado a las chapas!!! (Daniel, Adrián, Diego: cuando queráis echamos la revancha) Gracias a todos los que estuvistéis ayudando y participando.
Pero después ha llegado … LA DULZURA DEL FRAY.
Aparecieron las madres con sus tartas, y sus rosquillas, y sus cuajadas, y sus roscones… y las chicas y chicos del PAS, y todos los grupos empezaron a elaborar sus ya pensados postres,… y nuestro Pabellón de Deportes se convirtió en el espacio más dulce que podamos imaginar.
Y todo ha salido genial, dulce y genial, conviviendo, tranquilos, contentos, alborotando, por supuesto, sabiendo que estábamos disfrutando, endulzándonos la vida por momentos, olvidándonos de los exámenes, o de los suspensos, o de los trabajos por hacer. Ese era el momento de estar unos con otros haciendo algo distinto, colaborando, cooperando, .. y probando exquisiteces, ideas originales, llenas de sabor, de color, de formas:
¡¡¡¡ARRIBA LA CREATIVIDAD DEL ALUMNADO DEL FRAY DIEGO ¡!!!
Yo que no soy golosa he probado más de 15 o 20 platos o postres o dulces distintos, todos buenísimos… todavía ahora al final de este 30 de enero me queda su dulzura, no solo en mi boca, sino también en mi cabeza, y en el corazón, y se que días como este me quedarán ya siempre en mi memoria.
Espero que nos queden a todos los que formamos el Fray. Esa es la idea.
Una vez más gracias y enhorabuena
a todos los que habéis colaborado y participado.
Sin vosotros esto no habría sido posible, una vez más.